BIOGRAFIA DE IVAN ILLICH
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Ivan Illich nació en Viena el 4 de
septiembre de 1926 y estudió en el colegio de las Escuelas Pías de 1936 a 1941,
logró hablar con fluidez ocho idiomas y se licenció en Química, en Física, en
Historia, en Teología y en Filosofía. Regresó a Nueva York y fue nombrado profesor
en la Fordham University. Aquí fundó el Centro de Información Intercultural que
dio lugar al Centro Intercultural de Documentación de Cuernavaca (CIDOC),
inaugurado en 1961 en esta ciudad mexicana. Desde 1964 Illich dirigió en
Cuernavaca seminarios sobre las alternativas institucionales en la sociedad
tecnológica.
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Sus opiniones acerca de la
`desburocratización' de la Iglesia convirtieron a esta ciudad en un centro de
controversia eclesiástica; todo ello provocó que Illich decidiera secularizar
el centro en 1968 y abandonar la carrera sacerdotal un año después.
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Illich fue un gran pensador, esto
se ve reflejado en esta frase dirigida a los estudiantes: “A su imaginación se
la `escolariza' para que acepte servicio en vez de valor”. A pesar de su radicalidad,
lo que sí parece evidente es que la escuela sobrevive anclada en el poder y
respaldo que le ofrece la burocratización de sus actividades y de sus
respuestas. “Némesis médica” fue publicado en 1975.
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Murió el 3 de diciembre de 2002 en Bremen, el
día antes de cumplir 76 años.
La primera parte del libro se titula “Yatrogénesis Clínica”
Este a su vez se divide en los siguientes
subtítulos:
LA EFICACIA DE LOS MÉDICOS:
UNA ILUSIÓN.
INÚTIL TRATAMIENTO MÉDICO.
LESIONES PROVACADOS POR EL MÉDICO.
PACIENTES INDEFENSOS.
LA EFICACIA DE LOS MÉDICOS:
UNA ILUSIÓN
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En este primer aspecto Illich
pretende demostrar como la Medicina “produce daños clínicos superiores a sus
beneficios”. Negando todo progreso de la Medicina y cualquier relación entre
esta y el aumento de la esperanza de vida. Según él, las enfermedades que se
van superando a lo largo de la historia (tuberculosis, poliomielitis, viruela,
difteria, etc.) La explicación de tales avances es que el factor esencial para
vencer una epidemia es el ambiente: la alimentación, la vivienda, las
condiciones de trabajo, el grado de cohesión vecinal, etc.
En este orden de ideas él indica que:
•
Una proporción creciente de la
nueva carga de enfermedades de los últimos quince años es en sí misma el
resultado de la intervención médica en favor de personas que están enfermas o
podrían enfermar. Es de origen médico, o yatrogénico.
•
Tras un siglo de perseguir la
utopía médica, y contrariamente a la actual sabiduría convencional, los
servicios médicos no han tenido un efecto importante en producir los cambios
ocurridos en la expectativa de vida.
INÚTIL TRATAMIENTO MÉDICO
•
En este subtítulo establece que
el estudio de la evolución seguida por las características de las enfermedades
proporciona pruebas de que durante el último siglo los médicos no han influido
sobre las epidemias más profundamente que los sacerdotes en tiempos anteriores.
Para ello toma como ejemplo que la Tuberculosis y la fiebre tifoidea a pesar de tantas investigaciones no se han
podido erradicar desde el siglo XIX.
El tratamiento médico resulta inútil en
razón que:
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La imponente tecnología médica
se ha unido con la retórica igualitaria para crear la impresión de que la
medicina contemporánea es sumamente eficaz, cuando no lo es en la práctica.
•
Por ejemplo, La tasa de
supervivencia después de cinco años, en los casos de cáncer de la mama, es del
50%, sin importar la frecuencia. No se
ha comprobado que esta tasa difiera de la del cáncer no tratado. Los
epidemiólogos han empezado a dudar de que la intervención temprana modifique el
índice de supervivencia
LESIONES PROVOCADAS POR EL MÉDICO
la enfermedad yatrogénica clínica comprende todos los estados
clínicos en los cuales los remedios, los médicos o los hospitales son los
agentes patógenos o "enfermantes". Dando el autor a esta plétora
de efectos secundarios terapéuticos el nombre de yatrogénesis clínica.
Siendo tan antiguos como la medicina misma
PACIENTES INDEFENSOS
¿Se encuentran indefensos los pacientes
ante tal problemática? Sí, es la respuesta de dicho autor, a tal punto que la
yatrogénesis clínica incluye no sólo el daño que los médicos infligen con la
intención de curar al paciente o de explotarlo; sino también aquellos otros
perjuicios que resultan de los intentos del médico por protegerse contra un
posible juicio por mal ejercicio profesional.
CONCLUSIÓN DEL PRIMER CAPÍTULO
•
la práctica de la medicina
fomenta las dolencias reforzando a una sociedad enferma que anima a sus
miembros a convertirse en consumidores de medicina curativa, preventiva,
industrial y ambiental.
•
La yatrogénesis es una práctica
común en los hospitales y clínicas del mundo, de ahí la necesidad del abogado
de establecer la negligencia médica del caso y demandar bajo la responsabilidad
civil extracontractual.
CRÍTICA
Si bien está claro que las condiciones ambientales son
fundamentales. No lo es menos que la creciente eficacia de la Medicina a
lo largo de la Historia ha elevado la esperanza y el nivel de vida de la
población; el mismo Illich admite que como mínimo hay un determinado
número de tratamientos médicos que son eficaces a pesar de que hayan otros
muchos que él considera costosos e innecesarios, además de dañinos. No
podemos olvidarnos de que los médicos son personas y que “errare humanum
est”. Por lo tanto, es verdad que se cometen negligencias y que estás son
más graves que en otras profesiones, pero hay que asumir el riesgo que la
práctica médica conlleva, tanto si se es paciente como si se es médico.
SEGUNDA PARTE
NEMESIS
“Yatrogénesis social
Define este concepto como la excesiva medicalización de la
sociedad que “fomenta las dolencias reforzando una sociedad enferma que no
sólo preserva industrialmente a sus miembros defectuosos, sino que también
multiplica exponencialmente la demanda del papel de paciente”
En esta segunda parte
continúa insistiendo en los daños clínicos del propio tratamiento
médico ya que según sus datos el 80% del presupuesto médico se dedica a
subsanar errores médicos. No sabemos el origen de estos datos pero no
parecen muy creíbles. Por supuesto también critica los fondos destinados a
la Sanidad, pues los considera excesivos.
MEDICALIZACION
El
diagnóstico es la puerta que comunica el mundo de los enfermos con el de los no
enfermos.
La cultura occidental ha desarrollado una cierta dependencia de
los médicos, quizá ayudada por las atenciones médicas que cada persona
recibe a lo largo de su vida ya desde el momento de nacer. Esto lo
denuncia El autor. Pero esto no es un problema médico, sino que se trata
de un problema más bien cultural, porque las personas son cada vez más
“débiles” psicológicamente, y eso es un problema del sistema que escapa a
la esfera de la Medicina. Con una mejor educación tanto de pacientes como
de médicos se podrían solucionar la mayoría de los problemas que ocasiona
el contacto de la población con la Medicina, algo que reconoce el propio
El autor.
Monopolio curador de los médicos
Aspecto
que tiene gran relevancia en la actualidad.
Con esto nos referimos por ejemplo a la
hospitalización innecesaria o al médico que insiste en controlar a pacientes
que ya ha declarado terminales
Más adelante afirma que cada cultura crea sus propias enfermedades y en su
opinión las sociedades quieren estar medicalizadas para poder estar
enfermas y que les eximan de sus responsabilidades laborales. Para
nosotros esta afirmación es más de índole pscológica que médica, pero si
es verdad que muchas personas son hipocondríacas, aunque eso no es
responsabilidad de la Medicina.
PARTE III: YATROGENESIS CULTURAL
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Que consta de los siguientes subtemas como
son:
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La invención y eliminación de la enfermedad
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La muerte escamoteada
La yatrogénesis cultural representa una tercera dimensión de la
negación médica de la salud. Se produce cuando la empresa médica mina en
la gente la voluntad de sufrir la realidad. Es un síntoma de tal
yatrogénesis el hecho de que el término "sufrimiento" se haya
vuelto casi inútil para designar una repuesta humana realista porque evoca
superstición, sadomasoquismo.
MATAR EL DOLOR
Cuando la civilización médica cosmopolita coloniza cualquier
cultura tradicional, transforma la experiencia del dolor. El mismo
estímulo nervioso que llamaré "sensación de dolor" dará por
resultado una experiencia distinta, no sólo según la personalidad sino
según la cultura.
Anteriormente el deber, el amor, la fascinación, las prácticas
rutinarias, la oración y la compasión eran algunos de los medios que
permitían sobrellevar el dolor con dignidad.
El dolor ha dejado de concebirse como un mal "natural" o
"metafísico". Entonces
cuando las personas están agobiadas por el dolor, el sistema industrial
les despacha matadolores médicos. Así, el dolor se convierte en una
demanda de más drogas, hospitales, servicios médicos y otros productos de
la asistencia impersonal, corporativa, y en el apoyo lítico para un
ulterior crecimiento corporativo, cualquiera que sea su costo humano,
social o económico.
Mientras la cultura reconoce el dolor como un "disvalor"
intrínseco, íntimo e incomunicable, la civilización médica considera
primordialmente al dolor como una reacción sistémica que puede ser
verificada, medida y regulada. Sólo el dolor percibido por una tercera
persona desde cierta distancia constituye un diagnóstico que requiere un
tratamiento específico.
Para Descartes el dolor se convirtió en una señal con la cual el
cuerpo reacciona en defensa propia para proteger su integridad mecánica.
Estas reacciones al peligro eran transmitidas al alma, que las identifica
como dolorosas. El dolor quedaba reducido a un útil artificio de
aprendizaje: enseñaba al alma cómo evitar mayores daños al cuerpo.
LA INVENCION Y ELIMINACION DE LA ENFERMADAD
La Revolución Francesa dio a luz dos grandes mitos: uno, que los
médicos podían sustituir a los clérigos; el otro, que con el cambio
político la sociedad retornaría a un estado de salud original.
Como las cárceles, los hospitales se consideraban un último
recurso, nadie pensaba en ellos como herramienta para administrar
tratamiento para mejorar a los internados; porque el viaje al hospital se
emprendía, por lo general, sin esperanza de volver.
Con Descartes se ejecuto el proyecto de lograr en la medicina la
perfección que Copérnico había dado a la astronomía; con lo cual se
estableció la estructura lógica para un nuevo objetivo de la medicina.
Una enfermedad podía ser sometida a: a) verificación
operativa mediante la medición, b) estudio clínico y
experimentación y c) evaluación conforme a normas mecánicas.
El hospital, que muy a principios del siglo XIX había pasado a ser
un lugar para el diagnóstico, se convertía ahora en un lugar para la
enseñanza. Pronto se transformaría en un laboratorio para experimentar con
tratamientos y hacia fines del siglo en un lugar dedicado a la terapia.
Toda enfermedad es una realidad creada socialmente. Su significado
y la reacción que evoca tienen una historia.
Recientemente una serie de autores ha tratado de quitar la
condición de "enfermedad" a la desviación mental , como son: . Leifer, Goffmann, Szasz, Laing y
otros, todos ellos están interesados en la génesis política de las
enfermedades mentales y en su uso con fines políticos.
LA MUERTE ESCAMOTEADA
En toda sociedad la imagen dominante de la muerte determina el
concepto predominante de salud, La imagen que una sociedad tiene de la
muerte revela el nivel de independencia de su pueblo, sus relaciones
interpersonales, su confianza en sí mismo y la plenitud de su vida.
La imagen de la muerte que tiene el hombre blanco se ha difundido
con la civilización médica y ha sido una fuerza importante de la
colonización cultural.
La imagen de una "muerte natural", una muerte que llega
bajo la asistencia médica y nos encuentra en buena salud y avanzada edad,
es un ideal bastante reciente. En
500 años ha evolucionado a través de cinco etapas distintas, y actualmente
está a punto de experimentar una sexta mutación. Cada etapa ha encontrado
su expresión iconográfica: 1) la "danza de los muertos" del
siglo XV; 2) la danza del Renacimiento a invitación del hombre esqueleto,
la llamada "Danza de la Muerte"; 3) la escena del dormitorio del
libertino envejecido bajo el Ancien Régime; 4) el médico del siglo
XIX en su lucha contra los fantasmas errantes de la tisis y la peste; 5)
los médicos de mediados del siglo XX que se interponen entre el paciente y
su muerte, y 6) la muerte bajo asistencia intensiva en el hospital.
En cada etapa de su evolución, la imagen de la muerte natural ha
producido una nueva serie de reacciones que adquirieron en forma creciente
un carácter médico. La historia de la muerte natural es la historia de la
medicalización de la lucha contra la muerte.
PARTE IV: LAS POLITICAS DE
LA SALUD
Que esta comprendida por los siguientes temas:
Contraproductivadad especifica,
Contramedidas políticas,
La recuperación de la salud
CONTRAPRODUCTIVADAD ESPECIFICA
La yatrogénesis sólo podrá controlarse si se le entiende como sólo
uno de los aspectos del imperio destructivo de la industria sobre la
sociedad, como sólo una instancia de esa paradójica contraproductividad
que actualmente aflora en todos los sectores industriales de importancia.
CONTRAMEDIDAS POLITICAS
Quince años atrás habría sido imposible conseguir que se escuchara
la denuncia de que la medicina en sí misma podría ser un peligro para la
salud.
Los mismos médicos empiezan a mirar críticamente lo que hacen los
médicos.
Los pacientes empiezan a escuchar, y un número creciente de
movimientos y organizaciones comienzan a exigir reformas.
Los ataques se fundamentan en cinco categorías principales de
crítica y se encaminan hacia cinco categorías de reforma: 1) La
producción de remedios y servicios ha acabado por servir sus propios
intereses.
2) La distribución de remedios y el acceso
a servicios son desiguales y arbitrarios; dependen del dinero y de la
categoría del paciente.
3) La organización del gremio médico
perpetúa la ineficacia y los privilegios, mientras la otorgación de
licencias profesionales de especialistas fomenta una visión cada vez más
estrecha y especializada de la enfermedad.
4) El dominio de un solo tipo de medicina
priva a la sociedad de los beneficios que sectas competidoras podrían
ofrecer.
5) Actualmente, la principal dedicación
de recursos médicos va al individuo en la enfermedad o la salud.
Las políticas remédiales propuestas podrían controlar en cierta
medida los costos sociales creados por la sobremedicalización.
Pero todas estas políticas, si no se califican cuidadosamente,
tenderán a reducir las externalidades creadas por la medicina al
costo de un aumento ulterior , causando su efecto negativo sobre la salud.
Todas colocan consistentemente el mejoramiento de los servicios
médicos por encima de esos factores que mejorarían e igualarían las
oportunidades, la competencia y la confianza para la autoasistencia;
En cinco secciones
siguientes el autor se ocupa de algunas de estas posibles contramedidas y
examina sus méritos relativos:
La Primera Sección: LA "PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR", PARA
ADICTOS:
Cuando la gente se da cuenta de su dependencia de la industria
médica, tiende a quedarse atrapada en la creencia de que su adicción es ya
irremediable. En ese estado mental habla de la necesidad de la protección
al consumidor y busca consuelo en los políticos que frenarán la
arbitrariedad de los productos médicos.
La Segunda Sección:
IGUALDAD DE ACCESO A LOS PERJUICIOS:
El planteamiento político más común y obvio con respecto a la
salud se basa en la acusación de que el acceso a la asistencia médica es
injusto, de que favorece al rico más que al pobre, al influyente más que
al débil.
los partidos políticos convierten el deseo de salud en demandas de
acceso equitativo a las facilidades médicas. Por lo común no cuestionan
los bienes que el sistema médico produce, sino insisten en que sus
votantes tienen derecho a todo lo que se produce para los privilegiados.
La ley debería primordialmente garantizar la distribución
equitativa de la salud como libertad, que a su vez depende de condiciones
ambientales que sólo los esfuerzos políticos organizados pueden lograr.
La libertad de actuar sin restricción gubernamental abarca un
campo más amplio que los derechos civiles que el estado pueda promulgar
para garantizar que la gente tendrá poderes iguales para obtener ciertos
bienes o servicios.
La Tercera sección: EL CONTROL
DEL PÚBLICO SOBRE LA MAFIA PROFESIONAL
Una tercera clase de remedios políticos para la medicina se centra
directamente en cómo hacen los médicos su trabajo.
Las políticas que prometen al público algún control sobre la
empresa médica tienden a pasar por alto el hecho de que para lograr su
propósito deben controlar una iglesia, no una industria.
La Cuarta sección: LA
ORGANIZACIÓN CIENTÍFICA DE LA VIDA:
la clínica se ha vuelto un laboratorio. Al
postular resultados previsibles sin tener en consideración el desempeño humano
del enfermo y su integración a su propio grupo social, el médico moderno ha
asumido la postura tradicional del charlatán.
Cada tratamiento es una repetición más de un experimento con una probabilidad
de éxito definida estadísticamente.
La Quinta Sección: TÉCNICAS PARA UN ÚTERO DE PLÁSTICO:
La mayor parte de las investigaciones sobre alternativas a la
intervención clínica se orientan hacia la mecanización de programas para
los sistemas profesionales del ambiente social, psicológico y físico del
hombre.
En general, los hombres son más el producto de su ambiente que de
su dotación genética.
Aunque hasta ahora el hombre ha mostrado una capacidad de
adaptación extraordinaria frente a esto Dubos . Habla con temor de esta clase de
supervivencia porque la adaptabilidad, que es una ventaja para la
supervivencia, también es un fuerte inconveniente: las causas más comunes
de enfermedad son las demandas exigentes de adaptación.
RECUPERACION DE LA SALUD
Mucho sufrimiento ha sido siempre obra del hombre mismo, El hombre
es el único animal cuya evolución se ha condicionado por la adaptación en
más de un frente.
El hombre común pereció por dolencia o por violencia. Únicamente
el rebelde contra la condición humana cae presa de Némesis, la envidia de
los dioses y se divide en:
NÉMESIS INDUSTRIALIZADA: Némesis para las masas es actualmente la
repercusión ineludible del progreso industrial. Némesis moderna es el
monstruo material nacido del sueño industrial desmesurado. Némesis Médica
es la expropiación de la capacidad del hombre para afrontar la adversidad
por un servicio de mantenimiento que lo conserva equipado a las órdenes
del sistema industrial.
DEL MITO HEREDADO AL PROCEDIMIENTO RESPETUOSO: La historia reciente ha
demostrado que los tabús de las culturas tradicionales están fuera de
lugar para combatir una extensión excesiva de la producción industrial.
Los tabús estaban vinculados a los valores de una sociedad particular y de
su modo de producción, y precisamente son aquellos los que se han perdido
irrevocablemente en el proceso de la industrialización.
La recuperación de la acción autónoma
dependerá no de nuevas metas específicas que comparta la gente, sino de la
utilización de procedimientos jurídicos y políticos que permitan a individuos y
grupos resolver conflictos originales por su persecución de objetivos
diferentes.
EL DERECHO A LA SALUD: Daños crecientes e irreparables,
acompañan la expansión industrial en todos los sectores. En la medicina
esos daños aparecen en forma de yatrogénesis.
La
mayoría de los remedios actualmente propuestos por los ingenieros y economistas
sociales para reducir la yatrogénesis comprenden un nuevo incremento de los
controles médicos. Esos llamados remedios general males yatrogénicos de segundo
orden en cada uno de los tres niveles críticos y hacen que la yatrogénesis
clínica, social y cultural se refuerce a sí misma.
Némesis Médica es la experiencia de personas que están privadas en
gran proporción de toda capacidad autónoma de hacer frente a la
naturaleza, al vecino y a los sueños, y que se mantienen técnicamente
dentro de sistemas ambientales, sociales y simbólicos. La sociedad debe
elegir los mismos límites rígidos en el tipo de bienes producidos dentro de
los cuales todos sus miembro encuentran una garantía de igual libertad o
la sociedad tendrá que aceptar controles jerárquicos sin precedentes para
proveer a cada miembro, lo que las burocracias del Bienestar diagnostican
como sus necesidades.