EL MANUAL CULTIVO DEL TOMATE PROTECCION ANALISIS


MANUAL DE FITOPROTECCIÓN Y ANÁLISIS DE PLAGUICIDAS
CULTIVO: TOMATE (Lycopersicon esculentum)


  1. INTRODUCCIÓN

El tomate es una planta originaria de Suramérica, particularmente de países del área andina como Ecuador, Colombia y Perú. Se usa como condimento (fresco o procesado) o como ingrediente de ensaladas y sopas, y es una de las hortalizas de mayor consumo y producción a nivel nacional, ya que se participa con el 20.3% del volumen total de la producción hortícola del país[1].
Es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio. 
La producción y la comercialización de tomate son permanentes en los distintos mercados regionales durante todas las épocas del año.
El agotamiento de los suelos en las zonas de cultivo, como resultado del elevado uso de agroquímicos, la siembra de variedades con bajos rendimientos por hectárea, los altos costos de producción y los serios problemas fitosanitarios que vienen afectando los cultivos, son algunos de los factores que han llevado a los productores a buscar tierras nuevas al margen de los bosques y a reemplazar por otros cultivos, como maíz y pastos, las áreas sembradas con tomate.
Aunque se trata de un producto disperso por todo el país, cerca del 80% de la producción está concentrada en los departamentos de Cundinamarca, Norte de Santander, Valle, Caldas, Huila, Risaralda y Antioquia, donde tradicionalmente se han cultivado las variedades chonto y milano, y Atlántico, Guajira y Santander, donde además de estas variedades se cultivan el tomate riogrande y el tomate ciruelo. Por lo general, las variedades chonto y riogrande se emplean como condimento y son las más utilizadas por la agroindustria, mientras que el tomate  milano es más apetecido para consumo en fresco. En la actualidad existe en el país una marcada tendencia hacia el uso de híbridos larga vida y de aquellos resistentes a problemas fitosanitarios.
De acuerdo con los pronósticos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural las oportunidades de mercado para el  tomate nacional se encuentran en el mercado interno para satisfacer la demanda de producto fresco. Adicionalmente, en el largo plazo y en la medida en que el tomate tenga costos atractivos para la industria, los productores podrían encontrar un espacio en el mercado de concentrado de tomate.
Vale anotar que una alternativa para incrementar la producción nacional estaría dada por el uso de híbridos mejorados que permitan, de una parte, incrementar los rendimientos por hectárea, y de otra, disminuir los costos de producción facilitando a los agricultores el aprovechamiento de estas oportunidades de mercado. A lo anterior tendrían que sumarse el adecuado manejo agro ecológico y poscosecha del tomate y el desarrollo de estándares en materia de calidad, almacenamiento y transporte del producto.
La agricultura comercial a gran escala que involucra monocultivos con problemas complejos de plagas, requiere inicialmente la integración de métodos de control químico y cultural en asociación con el uso cuidadoso de enemigos naturales. Para convertir estos sistemas en sistemas totalmente dependientes del control biológico, se requerirá de un proceso escalonado de conversión agro ecológica que incluye: el uso eficiente de pesticidas (MIP-Manejo Integrado de Plagas), substitución de insumos (el reemplazo de insecticidas químicos por insecticidas botánicos o microbiológicos), finalizando con el rediseño del sistema agrícola diversificado, el cual debe proveer las condiciones ambientales necesarias para el desarrollo de enemigos naturales, permitiendo así al agro ecosistema auspiciar su propia protección natural contra plagas (Altieri, 1994).
En este documento se presenta el manejo de las principales plagas y enfermedades del cultivo del tomate, recomendaciones adicionales para disminuir las poblaciones de plagas insectiles, manejo integrado de plagas y un análisis de los plaguicidas más empleados para el cultivo del tomate (extraído de PERSUAP, Nov/03) teniendo en cuenta toxicidad, eco-toxicidad, problemas, mitigación de riesgos y decisión preliminar (Regulación 216 de USAID).

  1. JUSTIFICACIÓN

El tomate está expuesto a una presión muy alta de plagas y enfermedades, lo cual limita su producción.  Se estima que el 40% del costo de producción se destina al control sanitario que demanda el cultivo. Esto significa también que durante su desarrollo se tiene una alta presión de aplicación de pesticidas.
Una inadecuada nutrición contribuye a predisponer a las plantas a una mayor susceptibilidad a insectos o patógenos, por lo  que es esencial dentro del esquema del manejo integrado de un cultivo[2].
Los minadores de la hoja del tomate Scrobipalpula absoluta, Phthorimaea operculella y Lyriomiza sp., las moscas blancas (Trialeurodes vaporariorum, Bermisia tabaci), junto con el perforador del fruto Neoleucinodes elegantalis, constituyen los insectos-plagas que afectan comercialmente la producción  de tomate en las principales zonas hortícolas  del país.
En vista del gran daño económico que causan dichas especies insectiles, los agricultores se han visto en la necesidad de recurrir a su control, basándose en el uso de insecticidas en muchos casos químicos de una manera irracional, lo que ha originado serios  problemas de intoxicación humana, deterioro del medio ambiente, incremento significativo en los costos de producción, etc.
El empleo casi exclusivo de insecticidas químicos como alternativa de control se debe a su facilidad de uso, sobrevaloración de su efectividad y a cierto desconocimiento de  que dicho agroecosistema ha influido grandemente en la problemática antes expuesta. Por esta razón, es necesaria la puesta en práctica del sistema de control que actualmente se conoce como el manejo integrado de plagas (MIP).
La premisa básica del MIP se fundamenta en que ningún método de control de plagas, usado en forma individual será exitoso; el MIP íntegra una variedad de métodos biológicos, físicos y químicos dentro de un esquema coherente con el  fin de proveer una protección a largo plazo. Entre esos métodos naturales podríamos citar el clima, microorganismos depredadores y parásitos. Dentro de las formas artificiales podrían usarse sustancias químicas solamente cuando sean necesarias para mantener la densidad poblacional de una plaga a niveles tolerables y usando aquellos productos que causen los mínimos riesgos al hombre, organismos beneficiosos y al ambiente[3]. Las incidencias de envenenamiento humano o daños ambientales pueden reducirse notoriamente con el entrenamiento de los agricultores en la selección de productos apropiados y el uso cuidadoso.
  1. El Control Integrado de Plagas
Las desventajas de la dependencia total sobre los insecticidas ha creado el sistema integrado de control de plagas o el manejo de plagas el cual requiere un uso cuidadoso de estos químicos basado en las siguientes guías y principios:
• El desarrollo y el uso de los métodos culturales y otros sistemas no-químicos para evitar o reducir los problemas de los insectos.
El cálculo de la tolerancia del cultivo a los daños por insectos fundado sobre el principio que jamás es necesario tener un cultivo completamente libre de insectos para producir altos rendimientos. Casi todas las plantas pueden tolerar una cantidad asombrante de pérdida foliar antes de que los rendimientos sean seriamente afectados.
El cálculo y la frecuencia apropiados de los tratamientos para reemplazar las pulverizaciones rutinarias preventivas. Los tratamientos no se comienzan antes de que el insecto particular haya llegado al umbral económico de daños, el cual varía bastante según la especie. La inspección en búsqueda de los insectos para averiguar las clases relacionadas y su número, densidad y población es una parte esencial de este sistema.
El comienzo del sistema de control integrado de plagas se fija en el principio de los anos '70, y la mayoría de los esfuerzos se han dirigido hacia el algodón donde los insecticidas frecuentemente forman el 80 por ciento de los costos de producción totales. Se han logrado unos éxitos notables con otros cultivos también. Para este cultivo, el control de plagas integrado se encuentra en una etapa inicial.
Los Métodos No-Químicos
Muchos controles naturales actúan para mantener un balance en las poblaciones de insectos:
Los factores ambientales como la temperatura y la lluvia pueden restringir la distribución de las especies de insectos. Por ejemplo, los ácaros por lo general son más prevalentes bajo condiciones secas.
Las barreras geográficas como los grandes cuerpos de agua, las cordilleras, y los desiertos también pueden limitar la distribución de insectos.
• Las ranas, los sapos, las lagartillas, los topos, y los pájaros son algunos de los muchos enemigos naturales de los insectos.
Los insectos enemigos beneficiosos como las mariquitas se alimentan de los áfidos mientras otros como la avispa Braconidae o la mosca Tachina ponen sus huevos sobre o dentro de ciertos insectos, causando que las larvas en desarrollo maten al insecto hospedero. Algunos insectos rapaces como la rezadora también se comen los insectos beneficiosos.
Los insectos también son atacados por los virus, los hongos, y las bacterias, los cuales contribuyen al control de las poblaciones.
Con el aumento de actividades agrícolas, muchos de estos balances naturales se han desequilibrado y ya no son medidas seguras de controlar los insectos dañinos. La monocultura y la existencia de áreas extensas cultivadas han causado un aumento en el número de plagas. El uso promiscuo de los pesticidas ha resultado en un aumento en insectos dañinos en algunos casos. Muchas de las variedades tradicionales de los cultivos, a pesar de su productividad menor, tienen mejor resistencia a los insectos que algunas de las variedades mejoradas.
El Control Biológico
El control biológico es la introducción calculada de enemigos naturales, parásitos o enfermedades para combatir una especie de insectos nocivos. Como 120 diferentes insectos han sido controlados parcialmente o completamente por este método en varias partes del mundo. Los insecticidas microbiales como el Bacillus thuringiensis (efectivo contra unas clases de orugas) actualmente son usados comúnmente por agricultores y en muchas áreas. Desafortunadamente, las medidas de control biológico que existen actualmente son efectivas sobre una porción muy pequeña de las especies de insectos nocivos.
Los Controles Culturales
Los controles culturales como la rotación de cultivos, los cultivos intercalados, el enterramiento de residuos, el cálculo del calendario de cultivos para evitar ciertos insectos, y el control de malezas y hierbas locales que son hospederos de insectos son ejemplos de métodos efectivos para el control de ciertos insectos. Aún así, los controles culturales necesitan ser suplementados por otros métodos.
Las Resistencias de las Variedades
Las variedades de los cultivos varían considerablemente en su resistencia a ciertos insectos. Los investigadores del CIAT han encontrado que algunas variedades quedan relativamente  no afectadas por los daños de las saltahojas durante la estación pluvial, mientras otras sufren pérdidas en rendimientos hasta el 40 por ciento. Los ensayos para resistencia a los insectos es una parte importante de los programas de crianza de cultivos.
Los Controles "Orgánicos"
El control "orgánico" se refiere a todos los métodos no-químicos en general. Estos incluyen la aplicación de pulverizaciones caseras "naturales" hechas del ajo, la pimienta, las cebollas, el jabón, la sal, etc., y el uso de materiales como la cerveza para matar las babosas, y las cenizas para matar los trozadores y otros insectos. Algunos de estos métodos "alternativos" varían entre un poco y bastante efectivos sobre las áreas pequeñas o donde las poblaciones de insectos son relativamente bajas. Pocas veces son practicables en los campos más grandes, especialmente bajo condiciones tropicales que favorecen el crecimiento de las plagas.
El Control Químico
El control químico se refiere al uso de insecticidas comerciales en la forma de pulverizaciones, polvos, granulados, cebos, fumigantes, y tratamientos de semillas. Mientras algunos de estos insecticidas como la rotenona y la piretrina son de derivación natural, la mayoría son compuestos sintéticos han sido desarrollados por las investigaciones.
Las Ventajas de los Insecticidas
• Actúan rápidamente
• Son el único método de control práctico después que la población de insectos llega al umbral económico de daños a un cultivo comercial.
• Son disponibles con una variedad de propiedades, efectividades sobre especies, y métodos de aplicación.
Las Desventajas de los Insecticidas
La resistencia de los insectos a los pesticidas: Esto es un problema creciente.
Infestaciones de las plagas secundarias: Pocos insecticidas matan todo tipo de insecto, y algunos productos en realidad promueven el aumento de ciertos insectos. Por ejemplo, el uso continuo del Carbaryl en el mismo campo puede aumentar los problemas con algunos tipos de áfidos que no controla bien.
Daños a otros insectos no escogidos: Estos incluyen los enemigos naturales beneficiosos como las abejas y los animales silvestres.
Los peligros de los residuos: Algunos compuestos de hidrocarburos de cloruro como DDT, Aldrina, Endrina, Dieldrina, y Heptacloro son altamente persistentes en el medio ambiente y pueden acumular en los tejidos cebosos de los animales silvestres, el ganado, y el ser humano. Muchos otros insecticidas se descomponen en compuestos innocuos con bastante rapidez.
La toxicidad inmediata: Algunos insecticidas son sumamente tóxicos al ser humano en las más mínimas cantidades. De nuevo, es importante realizar que los insecticidas varían mucho en su nivel de toxicidad.
  1. Manejo agro ecológico del cultivo del tomate
El manejo racional de los factores climáticos de forma  conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de estos incide sobre el resto.
Aunque es un cultivo no exigente en suelos, no soporta encharcamientos prolongados y por lo tanto, debe tenerse especial cuidado con el drenaje, dada la debilidad característica de ser altamente susceptible a los ataques fungosos. Los encharcamientos aumentan la humedad relativa y facilitan la presencia de los hongos. El rango de pH se encuentra entre 5.5 y 7.0 y su resistencia al nivel de acidez aumenta cuando la materia orgánica es abundante.
Este cultivo se encuentra adaptado a todas las zonas cálidas y medias de Colombia (desde o hasta 1800 msnm) y a zonas frías como la Sabana de Bogotá, en cultivos bajo invernaderos. Los rangos de temperatura en los que mejor se comporta el tomate, oscilan entre 20°C y 25°C y temperaturas críticas nocturnas de 15 a 22°C.
La humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del fruto y dificultan la fecundación. Una humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.
Se recomienda que las aplicaciones de fertilizantes estén sujetas al resultado de un análisis de suelo. Aspectos tales como, el contenido de materia orgánica, la humedad, la época del año, la variedad utilizada y la producción esperada del cultivo, determinarán las fuentes y dosis que deben aplicarse. El tomate es muy exigente en fósforo y en potasio.
  1. Plagas y enfermedades del cultivo del tomate
           5.1. Plagas
  • Araña roja (Tetranychus urticae, T. desertorum, T. ludeni)
La primera especie citada es la más común, pero la biología, ecología y daños causados son similares, por lo que se abordan las tres especies de manera conjunta. La hembra de esta arañita microscópica  ovoposita sobre el haz y el envés de la hoja y el daño es causado por la succión de savia de las hojas, formando unos pequeños puntos amarillos, parecidos a unas pecas. Con mayores poblaciones se produce desecación o incluso defoliación. Los ataques más graves se producen en los primeros estados fenológicos. Las temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen el desarrollo de la plaga
Manejo: Es importante que se realice un seguimiento de esta plaga, mediante monitoreos periódicos, tanto en el haz como en el envés. Estas revisiones deben ser muy cuidadosas en los climas secos y/o de escasa precipitación, ya que estas condiciones facilitan su ataque. En caso de presentarse, se aplican agroquímicos con base en  propargite o avermectina, de acuerdo con las dosis comerciales recomendadas. De no controlarse oportunamente pueden convertirse en una plaga muy limitante.
Control preventivo y técnicas culturales:
  • Desinfección de estructuras y suelo previa a la plantación en cultivos con historial de araña roja.
  • Eliminación de malas hierbas y restos de cultivo
  • Evitar los excesos de nitrógeno
  • Vigilancia de los cultivos durante las primeras fases del desarrollo.
Control biológico mediante enemigos naturales:


[1] Boletín CCI: Exótica. Año 2 Volumen 7  Julio – Septiembre 1998.
[2] GACETA MOLINERA.   Universidad Nacional Agraria La Molina.  Lima, Perú.     Octubre de 2003

[3] FONAIAP Divulga No.40.  Manejo Integrado de Insectos – Plaga de Tomate.    Abril – Junio de 1992

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